Cuando nos detenemos a analizar el compromiso funcional orgánico o de sistemas en un paciente en estado crítico, podemos evidenciar cómo la economía orgánica sistémica despliega una compleja y coordinada red de mecanismos de control mediados por retroalimentación con el objetivo de mantener la homeostasis orgánica sistémica. El sistema cardiovascular es en su conjunto de primera línea para el logro de dicho objetivo y para ello trabaja en coordinación con los sistemas neuroinmunoendocrino, respiratorio, renal y hemocitopoyético. De igual forma es importante diferenciar los componentes intrínsecos y extrínsecos involucrados en la disfunción cardiocirculatoria, para lo cual nos detendremos en el análisis de los mecanismos determinantes del apropiado desempeño del sistema y sus equivalentes fisiopatológicos.
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CONTRASEÑA: Visual.SaC
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