En una cultura donde se ha sobrevalorado la entrega amorosa ilimitada, la vida en pareja se ha convertido en la principal forma de autorrealización. Un sentimentalismo exagerado ha hecho que se ignore el sacrificio personal que implica tal abnegación. Sin embargo, el amor no lo justifica todo. Existe otra forma de entender el amor: amar sin destruirnos a nosotros mismos y huir de la idealización absolutista; se puede amar sin ansiedad y sin negociar los principios vitales que nos determinan. Un amor maduro es el que integra el amor por el otro con el amor propio sin conflicto de intereses. ¿Quién dijo que para amar había que anularse y dejar de lado los proyectos de vida? Para amar no debes renunciar a ti mismo, ésa es la máxima.
Entradas populares
-
La traductora estadounidense Chloe Underwood llevaba una modesta vida en París y lo daría todo por un poco de emoción y de pasión… incluso p...
-
"Piense y hágase rico" de Napoleón Hill es un clásico del desarrollo personal y la autoayuda, publicado por primera vez en 1937. H...
-
"Enciclopedia de Ejercicios de Musculación" de Óscar Morán Esquerdo es una guía exhaustiva que se convierte en un recurso esencial...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Con la tecnología de Blogger.
No hay comentarios:
Publicar un comentario