Asistamos pues, sentados al rededor del fuego paterno, en una noche de otoño a la luz de la luna, a la historia de un HOMBRE que además fue PADRE. Noche de las que saldremos, rejuvenecidos y... otros, nuevos, pues recibiremos la herencia que por siglos, nos estaba predestinada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario