
La voluntad es el cauce por donde se afirman los objetivos, los propósitos y las mejores esperanzas, y sus dos ingredientes más importantes para ponerla en marcha son la motivación y la ilusión. La primera arrastra con su fuerza hacia el porvenir; la segunda es la alegría de llevar los argumentos de la existencia hasta el final. Entre la motivación y la ilusión radica la razón de proponerse mejorar en cuestiones pequeñas: es decir, hago lo que debo, aunque me cueste, aunque no lo entienda en ese momento. Debemos aprender a desatender esas voces interiores que nos quieren llevar sólo a lo que nos apetece o nos gusta, o hacia lo que nos pide el cuerpo, alejándonos del trayecto adecuado.
que mala onda el link dice que no esta o fue removido
ResponderEliminarPodrían actualizar el link por favor! Gracias
ResponderEliminar